Meghan Markle continua siendo una figura polarizante. Mientras algunos aman a la duquesa de Sussex, otros miran y estudian cada paso para cuestionarla. Tras el lanzamiento del nuevo nombre de su marca, ahora está de nuevo en una ola de controversia, luego de haber sido acusada de plagio por el logo de su empresa, rebautizada ‘As Ever’.
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Con un video donde su hija, la princesa Lilibet, hizo su debut comercial, la esposa del príncipe Harry presentó ‘As ever’ (‘Como siempre’), junto a un nuevo logo que se alejaba mucho en estilo del anterior, que era más británico e incluía un monograma muy parecido a los de la realeza.
¿Quién acusó a Meghan Markle de plagio con su nuevo logo?
Desde España vino la queja con el nuevo logo de la duquesa, ya que hay una localidad mallorquina que asegura que ese logo es una copia del que les identifica como pueblo y data de 1370.
Se trata del Ayuntamiento de Porreres, que considera que nuevo logo de Markle se parece demasiado al suyo, que también cuenta con una palmera en el centro y, en su caso, dos golondrinas a cada lado.
Xisca Mora, la alcaldesa, ha anunciado que los servicios jurídicos del consistorio ya estaban trabajando para estudiar las posibles medidas legales a adoptar, aunque reconoce en declaraciones a El País que lo suyo puede ser la lucha de David contra Goliat. “Denunciar por plagio es complicado y costoso y un ayuntamiento pequeño como el nuestro no está para luchar contra la corona inglesa”, afirma la alcaldesa.
Sin embargo, aunque el enfrentamiento legal no sería con la “corona inglesa”, ya que ni Meghan Markle pertenece a la corona británica ni la empresa está registrada en el Reino Unido, desde luego el proceso es complejo y requiere de un asesoramiento legal especializado. Por eso el ayuntamiento mallorquín podría apostar por unas opciones intermedias, basadas en la buena voluntad de la mujer de Harry, y le van a solicitar que retire un logo que refleja la identidad patrimonial y cultural de Porreres. “Nos sabría mal que se pervirtiera una imagen que nos identifica como pueblo”, señala al citado medio.
El nombre anterior, American Riviera Orchard, también enfrentó problemas pues al tratarse de un lugar, uno de los exclusivos vecindarios de Santa Bárbara, era imposible de registrar. Sin embargo, ella no mencionó este asunto, ya que se dio cuenta de que ese nombre le limitaba, puesto que se entendía que todo lo que fuera a vender tenía que ser originario de esa zona.